🍅 Una sopa sencilla, tradicional y con ese toque casero que reconforta
Esta receta de sopa de tomate es la definición perfecta de “menos es más”. Con unos cuantos ingredientes frescos, un buen aceite de oliva y el horno encendido, logramos una sopa cremosa, aromática y con mucho carácter.
Lo que la hace especial es que los tomates, cebollas y ajos se asan lentamente, lo que concentra su sabor y crea una base naturalmente dulce y umami. No se necesita ni caldo ni conservantes. Es una receta italiana que se siente como un abrazo, ideal para acompañar con pan tostado o una cucharada de crema y albahaca fresca.
Una curiosidad: esta sopa es prima hermana de la famosa “pappa al pomodoro” y se puede transformar fácilmente en una salsa de pasta si no la licúas demasiado. ¡Una receta, muchas versiones!
🍲 Ingredientes (4 porciones)
- Tomates maduros grandes 2 kg (aprox. 12 tomates medianos)
- Cebolla blanca 200 g (½ taza picada grueso)
- Dientes de ajo 4 unidades
- Hojas de laurel 2 unidades
- Aceite de oliva extra virgen ¼ taza (60 ml)
- Sal 1 cucharadita
- Pimienta negra molida al gusto
Opcional para servir:
- Aceite de oliva extra
- Crema de leche o vegetal
- Albahaca fresca
- Queso parmesano o mozzarella
👩🍳 Paso a paso
- Precalienta el horno a 200 °C.
- Lava y corta los tomates en 8 partes, retirando la parte del tallo.
- Pela y corta la cebolla en trozos grandes. Deja los dientes de ajo con piel.
- Coloca todo en una fuente o bandeja apta para horno junto con las hojas de laurel. Baña con aceite de oliva, sal y pimienta. Mezcla bien.
- Hornea por 1 h a 1 h 20 min, moviendo cada 30 minutos, hasta que los tomates estén suaves, dorados y con poco líquido.
- Retira el laurel y los ajos (puedes pelarlos y agregarlos después si quieres más intensidad).
- Licúa todo hasta obtener una sopa homogénea. Opcional: cuela para una textura más fina.
- Sirve caliente, con toppings al gusto.