🍋 El pollo más sabroso que puedes hacer con ingredientes simples
Si hay una receta que siempre me saca del apuro pero que igual hace que todos pregunten “¿qué le pusiste a este pollo?”, es esta. Jugoso, aromático, doradito y con una salsa brillante de limón y romero que transforma hasta el almuerzo más sencillo.
En esta receta uso muslos de pollo sin piel, pero puedes dejársela si prefieres. La clave está en el marinado rápido con limón, y el sofrito de cebolla con ajo, vino blanco y ralladura de limón. ¡Una combinación que huele a hogar!
🍗 Ingredientes (6 porciones)
Para marinar el pollo:
- Muslos de pollo 900 g (aprox. 6 medianos)
- Jugo de limón 4 cucharadas (60 ml)
- Sal y pimienta al gusto
Para cocinar:
- Mantequilla sin sal 2 cucharadas (30 g)
- Aceite de oliva 2 cucharadas (30 ml)
- Cebolla blanca 1 mediana (150 g), picada
- Romero fresco 2 cucharaditas (3 g), picado
- Ralladura de limón 2 cucharaditas (de 1 limón grande)
- Ajo 2 dientes (10 g), rallados o picados
- Vino blanco, caldo de pollo o agua 100 ml (⅓ taza + 1 cucharada)
- Sal y pimienta al gusto
👩🍳 Paso a paso
- Marinado: Retira la piel si prefieres el pollo más ligero. Marina los muslos con el jugo de limón, sal y pimienta por 1 a 2 horas.
- Dorado: En una sartén caliente, coloca un poco de mantequilla y aceite. Dóralos 2–3 minutos por lado. Hazlo por tandas. Reserva en una fuente para horno.
- Sofrito: En la misma sartén, agrega la cebolla, el romero y la ralladura. Saltea por 3–4 minutos. Añade el ajo y mezcla por 1 minuto.
- Deglaseado: Agrega el vino blanco (o caldo) y deja reducir un poco.
- Horneado: Vierte esta salsa sobre los muslos de pollo y hornea a 180 °C por 30–40 minutos o hasta que el centro esté cocido (73 °C).
- Servicio: Sirve con arroz, puré o una ensalada fresca. ¡Y que nadie se quede sin salsita!