🥟 Ravioles caseros con refrito de cebolla, espinaca y ricotta: el abrazo que se cocina con calma 💜
Hacer pasta en casa puede parecer un lujo… pero en realidad, es un regalo que nos damos con tiempo, paciencia y mucho cariño. Y cuando el relleno es una mezcla cremosa de cebolla refrita con espinaca y ricotta, el resultado es más que una comida: es una experiencia.
Esta receta es perfecta para compartir en familia, regalar en fechas especiales o simplemente disfrutar en una tarde donde el alma te pide cocinar algo que reconforte.
Y lo mejor: no necesitas máquinas sofisticadas. Solo tus manos, ingredientes simples y el deseo de volver a lo hecho en casa.
✨ ¿Qué necesitas?
Para la masa de pasta:
Harina de trigo 300 g – 2 tazas
Huevos 3 unidades
Pizca de sal
Un chorrito de aceite de oliva (opcional)
Para el relleno:
Cebolla blanca 1 grande, picada finamente
Aceite de oliva 2 cucharadas
Espinaca fresca 150 g, picada
Queso ricotta 200 g
Sal y pimienta al gusto
Nuez moscada (opcional)
👩🍳 Paso a paso
1. Prepara la masa de pasta
En una superficie limpia, haz un volcán con la harina. Coloca los huevos al centro y, con un tenedor, comienza a mezclar desde dentro hacia afuera. Amasa con las manos durante 10 a 12 minutos hasta tener una masa lisa y elástica.
Envuelve en film y deja reposar 30 minutos.
2. Haz el relleno sabrosón
En una sartén, sofríe la cebolla en el aceite de oliva a fuego medio-bajo hasta que esté dorada y suave (ese refrito le dará sabor profundo al relleno).
Agrega la espinaca picada y cocina hasta que se reduzca. Retira del fuego, deja enfriar un poco y mezcla con la ricotta, sal, pimienta y un toque de nuez moscada si quieres.
Lleva a refrigeración mientras estiras la masa.
3. Arma los ravioles
Estira la masa muy fina con rodillo o máquina. Coloca cucharaditas de relleno sobre una lámina, cubre con otra, presiona bien los bordes y corta en forma de raviol (con cortador, vaso o cuchillo).
Asegúrate de que estén bien sellados.
4. Cocina y sirve con amor
Hierve en abundante agua con sal durante 2 a 3 minutos, hasta que floten.
Sirve con mantequilla derretida y salvia, salsa de tomate casera o una crema suave… ¡como tú quieras!
💡 Tips de Anita
- Puedes hacer muchos y congelarlos crudos en una bandeja. Así tienes ravioles caseros listos para cualquier ocasión.
- Si no tienes ricotta, puedes usar requesón o mezclar queso crema con un toque de parmesano.
- ¿Quieres hacerlos aún más especiales? Acompáñalos con pan de agua casero o una ensalada fresca.
💌 Esta receta no engorda… porque no va a la panza, sino directo al corazón 💜
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¿Quién merece que le prepares esta delicia casera? ¡Cuéntamelo en los comentarios!